Tan raro había venido siendo todo últimamente que esta modesta coincidencia de hotel y hotel, de palabra y cosa, me devolvía a una normalidad que casi había olvidado.
"De pronto, al crepitar de la llama, ya en estado de mínimo, se sumó un gemido, muy tenue, muy apagado. Podría haber sido el lamento de una polilla al morir. O un mono atragantado, a diez kilómetros de distancia. O la nada, pagando por su existencia y esperando el vuelto."
"De pronto, al crepitar de la llama, ya en estado de mínimo, se sumó un gemido, muy tenue, muy apagado. Podría haber sido el lamento de una polilla al morir. O un mono atragantado, a diez kilómetros de distancia. O la nada, pagando por su existencia y esperando el vuelto."
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