Comenzaron a vivir cumpliendo sus designios lo mejor que podían, y cuando sus seres amados morían, en su tumba había un creyente que se erigía en la Voz del Muerto, y decía lo que el muerto habría dicho, pero con total franqueza y candor, sin esconder faltas y sin disimular virtudes. Los que llegaron a realizar esos servicios los encontraron algunas veces dolorosos y amargos, pero fueron muchos los que decidieron que su vida merecía la pena, a pesar de sus errores, si a su muerte había una Voz que dijera la verdad por ellos.
Artemisa: El juego de Ender
Wikipedia: Orson Scott Card
"Pero más tarde pensó en ello y comprendió que quizá fuera para Peter una especie de magia, algo parecido a sus pequeños fuegos; un sacrificio que de alguna forma aplacaba a los oscuros dioses que iban a la caza de su alma."
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