Idea
Pero lo que le hizo perder el sueño por completo durante algunas horas fue una idea que le brotó en la cabeza en medio de la noche y que, como todas las que nos asaltan en horas muertas de insomnio, creyó que era extraordinaria, magnífica, y hasta, en el caso que nos ocupa, golpe de un talento negociador que merecía todos los aplausos. Al despertar de las escasas dos horas de inquieto sueño que el cuerpo desesperado había podido sustraer a su propia extenuación, percibió que la idea, finalmente, no valía nada.
... le pasa a Cipriano Algor.
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La caverna
Suele pasar... muy buen libro! :)
ResponderBorrar(me siento bien comentándote el blog jaja)
Me pasa mucho! Y coincido, un gran libro...
ResponderBorrarMe gusta que te guste comentar. Gracias!