Na primeira noite
eles se aproximam
e colhem uma flor
do nosso jardim
e não dizemos nada.
Na segunda noite
ja não se escondem:
pisam as flores,
matam nosso cão
e não dizemos nada.
Até que um dia
o mais frágil deles
entra sozinho em nossa casa,
rouba-nos a lua e,
conhecendo nosso medo,
arranca-nos a voz da garganta
e porque não dissemos nada,
já não podemos dizer nada.
La primera noche
ellos se acercan y roban una flor
de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche
ya no se esconden
pisan las flores, matan nuestro perro
y no decimos nada.
Hasta que un día
el más frágil de ellos
entra sólo en nuestra casa,
nos roba la luna, y
conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada.
Muchas veces atribuido equivocadamente a Vladímir Maiakovsky y a Bertolt Brecht, este fragmento de "En el camino, con Maiakovsky" pertenece al poeta brasilero Eduardo Alves da Costa. (Fuente)
Google Libros: No caminho, com Maiakóvski: poesia reunida
Wikipedia: Eduardo Alves da Costa
MUY bueno !
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